sueño

pss este = es de hace uhhhh, pero hoy he decidido compartirlo con ustedes :)

Acostada Katherine en su cama, usando sus brazos como almohada miraba al techo y suspiraba. De vez en cuando giraba su cabeza hacia el tocador y veía la foto de un chico, muy apuesto por cierto. Su sonrisa era tan amplia que dejaba ver sus dientes blancos.
- Parecen perlas (pensaba)
Sus ojos color miel parecían mirarla directo a los suyos, grandes y oscuros. Al pensar en esa idea suspiraba.
Hacia casi dos meses que no lo veía, ni una carta había recibido en todo ese tiempo, aunque ella había escrito casi 3 por semana...
- Tal vez al campamento no llega el correo
Había contado los días para volver a verlo.
- Mañana llega, mañana (se decía cuando sentía un nudo en su corazón)
El destino los puso a prueba, era la primera vez, desde que inicio su noviazgo que pasaban tanto tiempo sin verse.

. . .

Se conocieron cuando ella tenía 8 y el 10, en una ocasión en que Mike visitó el pueblo de sus abuelos. En ese entonces Katherine era una niña poco femenina, amante de las aventuras, el campo y de las luchas grecorromanas (lucha libre en el lodo), fue la única que logró derrotar a Mike, incluso cuando él pidió revancha, hirió su orgullo y él llego a detestarla. Fue el verano más largo de sus vidas, él pedía revancha en diversas competencias: carreras en bicicleta colina arriba, comer más rápido, aguantar la respiración, etc, siempre era el segundo... Pasaron siete años antes de que Mike volviera a visitar a sus abuelos. Cuando llego traía en su mente el recuerdo de esa niña invencible y ruda, siempre burlándose de él, pero no pregunto por ella. Llego a casa de sus abuelos, tomo la habitación de siempre, no desempaco y bajo directamente a la cocina, tenía hambre, donde estaba su abuela cocinando galletas (como siempre) con una chava muy linda, traía un largo vestido floreado y el cabello recogido en una cola, Mike no la reconoció, hace siete años había conocido a muchas, pero solo pensaba en una... Tomo una galleta y su abuela se la quito:
- Querido Michael, tendrás que esperar hasta la cena
Su abuela siempre lo llamaba Michael y no Mike, como él prefería, decía que para que matarse poniendo nombre si hacían con ellos lo que querían.
- Margaret (dijo la chica) Mike acaba de llegar de un largo viaje, deja que se coma una.
Ella tomo 5 galletas, a pesar de la cara de la abuela Margaret y sirvió un vaso de leche.
- aquí tienes Mike, descuida Maggy siempre es así
- Gracias
Al mirarla a la cara se sintió nervioso. Ella se dio cuenta, y le preguntó:
- No me recuerdas ¿cierto?
- La verdad no... a decir verdad solo recuerdo a una mocosa que siempre me ganaba en todo
- ¿Sabes? Han pasado siete años ¿Acaso crees que la gente no cambia?
Y agrego en un tono de voz burlona e infantil.
- le-lo
cuando él lo comprendió abrió sus ojos del susto y se fue para atrás cayendo en una silla
- Eh... eres tu... ¿Katherine?
Ella solo asintió con la cabeza, la abuela Maggy se reía a carcajadas, sacó unas galletas del horno y se fue diciendo:
- ¡Ja!
Michael estaba rojo como cuando te asoleas por horas, solo pudo salir de su boca un:
- lo... lo... lo siento, no quise decirte mocosa, te ves... diferente
ella lo tranquilizo sonriendo coquetamente
- tu también cambiaste, debo agregar que para bien, estas muy guapo Mike
el se puso aun más rojo y ella agrego:
- aunque sigues teniendo esa mirada de niño llorón... ja ja ja y apuesto que aun puedo vencerte en lo que sea
a Mike se le quito lo rojo de la cara, y puso unos ojos “de pistola”
- mmm... claro que no, he hecho ejercicio, puedo ganarte
- Se nota que te has ejercitado, ¡Qué músculos! Guapo ja ja ja
- te lo demostrare, en lo que quieras
- como quieras, si quieres recordar viejos tiempos, por mí esta bien... en estos años he hecho una pista de obstáculos en el bosque que termina en el lago, vamos, y quien acabe primero gana
- ¿Y que te voy a ganar?
- Cada quien podrá pedir lo que quiera, vamonos
- ¿No vas a cambiarte?
Ella traía un vestido, lo miro. Se lo desabotono y empezó a quitárselo.
- ¿Qué té pasa? ¿Estas loca?
Siguió diciendo cosas así pero no la detuvo y para su decepción, tenía abajo una playera y un pantalón deslavado de mezclilla. Tiro el vestido al piso y dijo:
- tu abuela insiste en vestirme de señorita, vamonos, a ver si me sigues el paso guapo
Y salió corriendo, él corrió tras de ella hasta que se detuvieron en un claro del bosque, donde había una serie de cuerdas, lodo y obstáculos.
- ¿Listo? Solo sigue todo
- claro
se acomodaron para empezar
- ¡¡¡Vamos!!!
La carrera empezó, al principio el se adelanto, sacando una buena ventaja, aun así ella sonreía, y su sonrisa estaba en la mente de él, al pensar en ella él trataba de bloquear su mente. Cuando estaban por llegar al ultimo obstáculo (una cuerda lisa que debía treparse solo con la fuerza de los brazos y al llegar a la cima del árbol te tirabas en una tirolesa hasta el lago) ella subió su velocidad y lo adelanto. Aun así el no desistió y aunque trepo la cuerda muy bien, ella la trepo mejor, se aventaron casi al mismo de la tirolesa, ella gano.
- Gane querido
Y empezó a hacer el mismo baile de victoria de cuando tenía 6 años, aunque ahora a el no le enfurecía verla bailar así, le gustaba.
- Ya déjame de echármelo en cara ¿qué vas a querer?
Katherine avanzo hacia el sin decir nada, mirándolo igual que cuando le dio las galletas en casa de la abuela, el fue retrocediendo hasta que no pudo mas y su espalda choco con un árbol, cuando la tuvo de frente se sintió muy nervioso, ella puso sus manos pequeñas y ásperas en las mejillas de el y antes de que el pudiera analizar la situación sintió sus labios suaves en los suyos. Ella lo beso, eso lo confundió, con sus novias anteriores era él el que siempre robabas los besos, aun así respondió al beso. Tras unos cuantos segundos pararon, se miraron, ninguno de los dos dijo nada, y esta vez fue él el que acerco su boca a la de ella y continuaron besándose, tras unos minutos, las manos de ella buscaron las de el y se entrelazaron, luego se abrazaron. Y solo se detuvieron para recuperar el aliento. Fue ella la que hablo primero:
- Gracias
Fue lo único que dijo.
- ¿Gracias porque?
- Por permitir que te besara, yo...
- No digas nada más
La tomo de las manos y empezaron a caminar camino a casa, esa noche se hicieron novios. En ese verano no hubo un día que no estuvieran juntos, ya sea tomando un helado, recorriendo el bosque o solo contándose sus vidas.

. . .

Se paro de la cama, se dio un baño caliente y tomo una cena ligera. Esa noche casi no pudo dormir, y cuando lo hizo, en sus sueños solo estaba él, abrazándola, besándola tan dulce y tiernamente como siempre.
En su reencuentro ideal con el amor de su vida ella no imaginaba lo típico (a dos personas corriendo con los brazos abiertos), ella solo se imaginaba caminando lentamente hacia él, mirándolo fijamente, y él mirándola también, ambos sonriéndose, ella con las manos detrás de sí, para que al momento de abrazarlo recorrieran mas distancia...