mmm... creo q este fue el primer relato q escribi, a mediados de la prepa, cuando aun creia q el amor era simple y podia ser todo color de rosa, jajaja, algo chafa pero me gusta xq me recuerda como pensaba en aquel entonces....
Dio un respiro profundo, con las manos sudorosas firmemente sujetas a los tirantes de su mochila, Yi-Yue caminó lentamente, como contando cada paso que daba por el pasillo de su nueva escuela, cuando de pronto sonó el timbre que anunciaba el inicio de clases.
- ¡Rayos! Aun no se cuál es mi salón.
Caminó más aprisa, iba nerviosa, mirando sus pies, por lo que cuando se dio cuenta que chocaría con alguien ya era demasiado tarde.
- ¡fíjate por donde vas tonta! Fuera de mi camino.
Una chica de mirada frívola le hizo entender a Yi-Yue que mejor la evitará.
- Lo, lo siento...
Pero para cuando Yi-Yue se había disculpado la otra chica ya se había ido caminando, moviendo sus caderas de tal manera que llamaba la atención, sobre todo de los chicos.
La siguiente persona que Yi-Yue vio fue a un chavo atractivo y armándose de mucho valor le dijo:
- Disculpa ¿Dónde es 2° B?
Y para sorpresa de Yi-Yue no le gritó ni la miró de mala gana, solo le respondió:
- Es aquí a tres salones, junto al mío, supongo que eres nueva, te acompaño.
Ella no dijo nada, no podía creer la suerte que tenía, aun así no respondió y solo asintió con la cabeza. El chico continúo:
- mi nombre es Carlos, ¿Cuál es el tuyo?
Algo nerviosa ella le dijo:
- Mmm... Yi-Yue
- ¿En serio? Genial, ¿De donde es?
- Es chino
- ¡Qué padre! ¿Y qué significa?
- Yi es sol y Yue es luna
- Así que eres como un eclipse, sol y luna... ¿Puedo llamarte eclipse? -y le sonrió a Yi-Yue de una manera que la hizo voltear la mirada hacia el suelo y abrir los ojos un poco más-
- Supongo. –Dijo ella, y se encogió de hombros-
- Aquí es tu salón, cualquier cosa yo estoy aquí a lado, nos vemos Eclipse.
Al decir esto, le dio un beso en la mejilla, y antes de que ella pudiera evitarlo estaba sonriendo.
Trato de parecer lo más relajada y normal posible mientras entraba en el que ahora, y por tiempo indefinido sería su salón. Entró, dio un vistazo. Un grupo de chavas, sentadas en una esquina, se miraban en el espejo dándose los últimos retoques del día
– Superficiales- -pensó- ; por otro lado, hasta atrás, estaban unos chavos haciendo avioncitos de papel -infantiles- -pensó-; siguió recorriendo el salón con la mirada, hasta que una chica ruda la sacó de su pensamiento diciéndole:
- ¿Qué? ¿Acaso no vas a entrar?
Yi-Yue la miró de pies a cabeza, mascando un chicle, con el cabello desarreglado y botas negras tipo soldado en vez de los zapatos de broche que solían usar la mayoría. Sin pensarlo más (considerando que ya había pensado demasiado ese día) Yi-Yue le dijo:
- Es que soy nueva y no se donde sentarme.
- Típico, ven conmigo
Y al decirlo la tomo de la mano y la jaló hacia en interior del salón.
- siéntate aquí, al frente, junto a mí.
Yi-Yue no podía creer la suerte que tenía de conocer dos personas amables en el mismo día, dejó su mochila juntó a su banca, miró a la chica y le dijo:
- Mi nombre es Yi-Yue, ¿Cuál es el tuyo?
- ¿Yi-Yue? ¡Que raro! Va bien con tu apariencia. Yo soy Selene
- ¿Selene? ¡¡¡Wow!!! Significa luna
- lo se, lo se... ¿y el tuyo?
- Yi es sol y Yue es luna
- Así que somos algo así como tocayas ¿no?, bueno, medio tocayas ¡¡¡Que divertido!!!
Apenas habían pasado 2 semanas de clases, Yi-Yue y Selene se habían hecho mejores amigas, ya que ambas daban algo a su excelente relación, antes de la llegada de Yi-Yue, Selene no era mas que un alma perdida en un salón desunido, no hallaba su lugar, ni su razón de ser, era lo que demás llamaban “recha”, aunque eso no le importaba, estaba sola. Yi-Yue, acostumbrada desde que tenia memoria a la soledad, a no hacer amigos, ya que no sabia cuando les diría adiós para siempre, insegura por ser siempre diferente, pero orgullosa de ser ella misma, esta vez, sentía que se quedarian en ese lugar (o al menos eso era lo que deseba su corazon)
- Bien amiga, ya hemos repasado todo esta ultima semana, ya me conozco todos los detalles, te gusta Carlos, a quien no, hasta a mi me llego a gustar un tiempo, es lindo, pero al parecer el opina lo mismo de ti y esa es nuestra ventaja.
- No, no lo se, esa chica, Deborah, esta loca por el, y hace días que lo busca, el no podrá resistirla, lo supe desde que me llamo tonta en el pasillo mi primer día aquí, no tengo oportunidad.
- Esas son tonterías Yue querida, tu y el se han hecho muy amigos…
Antes de que terminara lo que sea que fuera a decir Yi-Yue termino la frase a su pensamiento:
- Solo amigos, si yo intento ganar su amor y no soy correspondida no podré volver jamás
Dio un sorbo del te oriental que su madre les había llevado (esa noche tocaba su casa) y miro a un punto fijo en la nada
- Y tu señorita inseguridad recuerda que si no arriesgaras siempre estarás a la sombra del quizás
- Eso si, pero es que no se…
Esta vez fue Selene quien la interrumpió:
- Es que nada, mañana mismo lo invitas a tomar un café, ahora mejor vámonos a dormir, no querras tener ojeras mañana ¡eh!
- Hey Sele, no me evites el otro tema a discusión, bien que me dices que invite a salir a Carlos, pero tu ni siquiera le hablas a Mike
- ¡No compares¡, el ni siquiera sabe que existo, y es muy fresa y…
- Nada, yo invito a salir a Carlos si tú le hablas a Mike… ¿trato?
Selene dudo un instante, pero dejo que su mente calmada por el se te relajara y finalmente dijo:
- Trato...aclaro que aun no se que rayos haré
Diciendo esto se metió a la cama cubriéndose hasta la cara con la sabana, a pesar de ser una noche calurosa.
Las manos le sudaban más de lo normal, pero se había decidido, desde que la conoció, todo era distinto, el sol brillaba con más intensidad y las aves cantaban armoniosas melodías, hasta Deborah, que en otros tiempos fuera su amor platónico parecía desvanecerse en la niebla de su mente inexistente. Pero ella seguía siendo un misterio, ¿Cómo saber si sentía lo mismo?...
Se despertó, los rayos de sol que se escapaban de la cortina y pasaban por la ventana iluminaban su rostro, aun con sueño. Se baño, usando su jabón aromático y se vistió, con mucho cuidado, para que no se arrugara su uniforme. Selene ya se había levantado, aunque no tenia la certeza de cuando, ya no estaba en la habitación, y cuando el olor a hot cakes la alcanzo, supo donde hallar a su amiga; solo que eso no era lo importante ahora. Así que se dirigió al tocador, volteo a ver todo el maquillaje, accesorios y otras cosas, se miro al espejo diciendo para sus adentros:
- Bien, ahora y nuca
Y copio un estuche de sombras
Era temprano cuando ellas llegaron a la escuela, la inesperada llamada de Carlos altero sus planes.
- Bien, no te pongas nerviosa, yo estaré en el salón
Y diciendo esto dio media vuelta, solo para voltear a los pocos pasos y hacer un gesto de suerte con las manos.
Carlos no tardo en llegar, se veía nervioso, pero eso no evitaba que sonriera, y como le gustaba a ella su sonrisa… ¿pero que estaría tramando? ¿Por qué la cito en la escuela tan temprano? Ella fue la primera en hablar:
- Hola (se acomodo el cabello que le estorbaba en la cara) ¿que paso?
- Ammm...yo…quería...decirte algo (finalizo)
- Ah…yo también…pero bueno…me vas a decir o no
- Bien…aquí voy…Yi-Yue tu…
El momento, al parecer perfecto fue interrumpido por una melodía oriental proveniente del celular de Yi-Yue:
- ¿¿¿Hola???
Carlos solo observaba como a medida que Yi-Yue seguía con el celular su rostro se llenaba de lágrimas, no sabio que hacer, en ese momento solo deseaba abrazarla fuertemente y decirle que la amaba. Los minutos parecieron eternos, y cuando al fin termino la llamada, solo pudo decir:
- ¿Qué fue?
Yi-Yue se seco las lágrimas, y con la voz algo quebrada dijo:
- Yo…era mi papa…nos vamos en una semana
Al terminar la frase volvió a llorar, y esta vez el corazon de Carlos venció a sus miedos y a su mente por supuesto. La abrazo y dejo que su playera se mojara con sus lágrimas, contagiándole la tristeza
- No te vallas Yi-Yue…no puedes…yo
Ella alzo la cara para verlo a los ojos
- Tu que…
- Yo te amo
Fue todo lo que dijo, y no dio tiempo para ver su reacción, porque apenas lo dijo sus labios reclamaron los de ella. Cuando dejaron de besarse, ella lo miro de nuevo a los ojos y dijo:
- Yo también te amo, y demasiado, no quiero pederte
- Ni yo, tu me cambiaste eclipse, no se que haré sin ti…
Y volvieron a besarse
El conducía su nueva moto, fruto de arduos esfuerzos tanto académicos como de manipulación hacia sus padres. Se estaciono afuera de una escuela, a su parecer muy seria. Se bajo, asegurando dejar todo en orden, no quería problemas. Entro y a los pocos segundos sonó la campana que anunciaba el fin de clases, su vista estaba hacia todas partes, hasta que se detuvo en ella, venia caminando mirando el suelo, como indiferente de su propia belleza o tal vez triste. No pudo esperar a tenerla cerca y grito:
- ¡¡¡Eclipse!!!
Ella alzo la vista con un radiante sonrisa en sus delgados labios, había reconocido la voz y solo una persona en el mundo la llamaba de ese modo, no tardo en verlo. Camino lentamente hacia el, y cuando estuvieron a unos metros corrió, antes de que el pudiera decir hola le dio un beso mientras se colgaba de su cuello y mojaba sus mejillas con gotas de espejo liquido.
Cuando al fin dejaron de besarse el saco de detrás de si unos bellos alcatraces
- Tus favoritas
- Con solo verte bastaba, pensé que te vería hasta dentro de un mes
- Pues ya ves, no me fui a extraordinario y aquí estoy por 1 mes
- ¿Así que eres mió por todo un mes?
- Cariño, yo siempre soy tuyo
Se tomaron de las manos y salieron caminando de la escuela. Yi-Yue había hablado con sus padres quienes consiguieron mudarse a solo tres horas del lugar anterior, así que podía ver a Carlos muy seguido. Y pensar ya había pasado 1 año. Ella seguía viéndolo como la primera vez que lo vio, y en sus ojos podía verse el amor sincero. El, más seguro que nunca del amor y el destino, solo pensaba como pedirle que fuera suya para siempre…